miércoles, 23 de febrero de 2011

El Papa llama al ayuno, la limosna y la oración para la próxima Cuaresma

Renuevan en todos los fieles la gracia bautismal

El Papa llama al ayuno, la limosna y la oraci�n para la pr�xima Cuaresma

El papa Benedicto XVI ha dicho que la Cuaresma es un tiempo lit�rgico �muy valioso e importante�, es una invitaci�n a tomar conciencia de la propia fragilidad del hombre para acoger la gracia que libera del pecado. Durante la Cuaresma, recuerda el Papa, la Iglesia invita a la conversi�n del hombre para que se libere de su ego�smo y del instinto de dominio sobre los dem�s y se abra a la caridad. Benedicto XVI asegura que este tiempo de purificaci�n y conversi�n a trav�s del ayuno, la limosna y la oraci�n, debe renovar en todos los fieles la gracia recibida en el Bautismo. .

23/02/11 7:18 AM | Imprimir | Enviar

(Agencias/InfoCat�lica) El Mensaje papal para la Cuaresma 2011 tiene como lema “Con Cristo sois sepultados en el Bautismo, con �l tambi�n hab�is resucitado”, y fue presentado ayer en el Vaticano por el cardenal Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, el organismo de la Santa Sede que se encarga de distribuir la caridad del Papa.

En su mensaje, el Obispo de Roma se�ala que el bautismo “no es un rito del pasado” sino el encuentro con Cristo y que impulsa a liberar del coraz�n del hombre el peso de las cosas materiales, “de un v�nculo ego�sta con la tierra, que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al pr�jimo”.

El Santo Padre explica que mediante las pr�cticas tradicionales del ayuno, la limosna y la oraci�n, expresiones del compromiso de conversi�n, la Cuaresma educa a vivir “de modo cada vez m�s radical el amor de Cristo”.

“El ayuno adquiere para el cristiano un significado profundamente religioso: haciendo m�s pobre nuestra mesa aprendemos a superar el ego�smo para vivir en la l�gica del don y del amor. Soportando la privaci�n de alguna cosa -y no s�lo de lo superfluo- aprendemos a apartar la mirada de nuestro yo, para descubrir a alguien a nuestro lado”, subray� en su mensaje.

Idolatr�a de los bienes

Benedicto XVI se�ala asimismo que en su camino el hombre tambi�n se encuentra ante la tentaci�n “del tener y de la avidez de dinero, que insidia el primado de Dios en nuestra vida. El af�n de poseer provoca violencia, prevaricaci�n y muerte. Por esto, la Iglesia, especialmente en el tiempo cuaresmal, recuerda la pr�ctica de la limosna, es decir, la capacidad de compartir”.

El Obispo de Roma a�ade que la idolatr�a de los bienes “no s�lo aleja del otro, sino que despoja al hombre, lo hace infeliz, lo enga�a, lo defrauda sin realizar lo que promete, porque sit�a las cosas materiales en el lugar de Dios, �nica fuente de la vida”. Benedicto XVI subraya que la pr�ctica de la limosna recuerda al hombre el primado de Dios y la atenci�n hacia los dem�s.

Lucha contra los dominadores de este mundo tenebroso

Sobre la oraci�n, destaca su importancia en la Cuaresma, ya que con la misma el hombre encuentra el tiempo para Dios, “para entrar en �ntima comuni�n con el que nadie podr� quitarnos, el que nos abre a la esperanza que no falla, a la vida eterna”. La Cuaresma, precisa el Papa en el mensaje, es un tiempo lit�rgico “muy valioso e importante”, es una invitaci�n a tomar conciencia de la propia fragilidad del hombre para acoger la gracia que libera del pecado.

El Papa recuerda que este tiempo lit�rgico “es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jes�s y en uni�n con �l, una lucha contra los dominadores de este mundo tenebroso, en el cual el diablo act�a y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Se�or”. Benedicto XVI aseura que de esa lucha Cristo sale victorioso, “para abrir el coraz�n de los hombres a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal”.

Invitaci�n a la conversi�n</h3>

El Pont�fice concluye su mensaje se�alando que la Cuaresma es el tiempo que invita al hombre a una conversi�n profunda de su vida, a liberarse de ego�smo y a superar el instinto de dominio sobre los dem�s y abri�ndonos a la caridad de Cristo.

Finalmente el Santo Padre encomienda este tiempo de conversi�n a “la Virgen Mar�a, que engendr� al Verbo de Dios en la fe y en la carne, para sumergirnos como ella en la muerte y resurrecci�n de su Hijo Jes�s</strong> y obtener la vida eterna”.

El Mensaje papal es la antesala de las actividades del Pont�fice durante la Cuaresma. El 9 de marzo se trasladar� a la bas�lica romana de Santa Sabina para presidir los ritos del Mi�rcoles de Ceniza, que abren el tiempo de Cuaresma. El domingo 13 de marzo se retirar� durante una semana de ejercicios espirituales en el Vaticano, que concluir�n el s�bado 20 de marzo. Durante esa semana todas las actividades p�blicas de Benedicto XVI quedar�n suspendidas, entre ellas la audiencia general de los mi�rcoles.

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