miércoles, 16 de febrero de 2011

Mons. Fisichella asegura que no hay evangelización verdadera si no se llama a la conversión

Asamblea de Medios de Comunicaci�n Social

Mons. Fisichella asegura que no hay evangelizaci�n verdadera si no se llama a la conversi�n</h3>

Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelizaci�n, pronunci� la conferencia de apertura de la Asamblea de Medios de Comunicaci�n Social, que se celebra esta semana en Madrid. El prelado fue tajante al afirmar que la Iglesia no puede abandonar su obligaci�n de evangelizar y asegur� que es necesario un lenguaje nuevo para dar raz�n de la fe.

15/02/11 10:31 AM | Imprimir | Enviar

(SIC/InfoCat�lica) �El hombre de hoy est� dispuesto a creer en Jes�s como Hijo de Dios? �El hombre de hoy necesita la salvaci�n? Con estas cuestiones sobre la mesa, monse�or Fisichella comenz� ayer su magistral ponencia sobre “Nueva evangelizaci�n, la significaci�n cristiana en la sociedad de hoy” en la Asamblea de MCS, organizada por la Comisi�n Episcopal de Medios de Comunicaci�n Social de la Conferencia Episcopal Espa�ola, que preside Mons. Joan Piris, obispo de Lleida. Seg�n explic�,�el problema para la credibilidad de los creyentes hoy es encontrar�una respuesta a esas cuestiones, porque “ante Jes�s, no se puede permanecer neutral”.

“En sus dos mil a�os, la Iglesia nunca ha abandonado su obligaci�n de evangelizar, ha nacido con esta misi�n y si no lo hiciera, empobrecer�a su propia naturaleza”, apunt�, al tiempo que resalt� que en un momento de crisis, como el que estamos atravesando, en el que predomina la debilidad de pensamiento, “el papel de los cat�licos adquiere una mayor importancia por la riqueza de la tradici�n que supimos construir en el pasado”.

El Pontificio Consejo para la Nueva Evangelizaci�n</em> fue instituido por Benedicto XVI el pasado mes de septiembre para dar fuerza al esp�ritu misionero de la Iglesia, sobre todo, donde la fe parece estar debilitada por la fuerte presi�n del secularismo. “Una intuici�n prof�tica”, valor� positivamente Mons. Fisichella, para quien este organismo podr� ayudar a comprender de qu� manera la Iglesia deber� desempe�ar su ministerio “en un mundo sometido a grandes cambios culturales”. “Es tarea de todos nosotros fortalecer la fe, un empe�o que nos debemos a nosotros mismos”, apostill�.</p>

Preguntado por los rasgos principales del programa de la Nueva Evangelizaci�n,�el prelado explic� que, pese a que habr� que esperar a la celebraci�n del S�nodo de obispos el pr�ximo a�o, y a la nueva exhortaci�n apost�lica de Benedicto XVI, no se podr� prescindir del anuncio, la liturgia y el testimonio, adem�s de la formaci�n del creyente y los presb�teros. Pero, adem�s, consider� necesario un lenguaje nuevo para explicar la raz�n de la fe y poder argumentar “por qu� somos creyentes a la luz de la raz�n”. “�Basta! –exclam�. Tenemos que hablar un poquito, es una cuesti�n de identidad y del sentido de pertenecer a la comunidad cristiana”.

Llamada a la conversi�n<br />

Reconociendo que las sociedades occidentales est�n marcadas por la informaci�n</strong>, puso de manifiesto que se necesita de la comprensi�n del concepto de Nueva Evangelizaci�n, tal y como se ha venido haciendo todos estos siglos.

“La comunidad cristiana debe prestar atenci�n al contexto cultural en el que se inserta para comprenderlo y orientarlo en el Evangelio”. Hoy en d�a ocurre lo mismo porque “ninguna forma de evangelizadora ser�a eficaz si la palabra Dios no entrase en la vida de las personas, para llamarlas a la conversi�n”.

“Esto ha sido siempre�lo que hoy llamamos nueva evangelizaci�n; anunciar el Evangelio de manera eficaz”. Por eso, el veh�culo de la comunicaci�n es fundamental tambi�n para la recepci�n coherente del mensaje y ser�a una confusi�n entenderlo s�lo en t�rminos de pura tecnolog�a, en lugar de verlo como un “universo de pensamiento con grandes potencialidades”.

Monse�or Fisichella destac� adem�s el papel de la liturgia en la Nueva Evangelizaci�n</strong> ya que “separarla significar�a no comprender a la Iglesia”. Habl� tambi�n del silencio y el misterio en la forma de comunicar. En los signos y gestos lit�rgicos. A veces, nuestra sociedad est� marcada por el ruido y el alboroto y se acaba transformando en “un bombardeo informativo”. “Hablamos demasiado, demasiadas palabras…”

Por eso, los expertos “deber�an ayudarnos, con su profesionalidad, a hacer real la percepci�n de lo sagrado y del misterio, desde el bautismo al funeral”. En resumen, la nueva evangelizaci�n “quiere fundarse sobre la l�gica de la fe, que se articula en el creer en el anuncio, liturgia y testimonio de la caridad”.

De la secularizaci�n al secularismo

Monse�or Fisichella dedic� parte de su intervenci�n a hablar sobre el secularismo, es decir, la construcci�n del mundo “como si Dios no existiera”, y record� que se infiltr� en las instituciones “hasta llegar a ser cultura y comportamiento de masa”. Se trata de comprender la existencia de personal prescindiendo del horizonte religioso y relegar la fe al �mbito exclusivamente de lo privado, una concepci�n del hombre cuyas consecuencias inmediatas se resumen en la plena autonom�a del hombre, el empirismo y la defensa de las “libertades” individuales.

“El hombre viene a ocupar el lugar central. Dios se convierte en una hip�tesis in�til y un competidor a evitar y eliminar. Pierde su lugar central y el hombre pierde tambi�n el suyo”. Frente a este “eclipse del sentido de la vida”, en el que el hombre no encuentra su lugar en la sociedad, “cae en la tentaci�n de pensar que es �l el due�o de la vida y la muerte porque puede decidir el cu�ndo y el c�mo”.

Por ello, alert� del narcisismo en cuanto a que vivimos “una cultura que tiende a idolatrar –tambi�n los medios de comunicaci�n– la perfecci�n del cuerpo y discrimina las relaciones interpersonales sobre valores s�lidos”. As�, el hombre, “cerrado en un individualismo exasperado ha perdido el sentido de la responsabilidad social y el sentido mismo de la vida”.

A este prop�sito, destac� que, adem�s de una profunda crisis, tambi�n<strong> vivimos “una crisis de Dios”, determinada por el poder, en la que “la religi�n s� pero ni Dios ni la Iglesia”, donde no s�lo se niega sino que se desconoce. Por ello, consider� que “la Iglesia debe hablar de Dios al hombre de hoy”. “Se impone la tarea de hacer conocer el verdadero rostro de Dios. Todos los medios de comunicaci�n son necesarios para este anuncio”, afirm�.</p>

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3 comentarios

Comentario de Martin Ellingham
Me gustar�a preguntarle a M. Fisichella si a su juicio la Iglesia debe evangelizar a los "hermanos mayores".
15/02/11 10:57 AM
El problema principal que veo para intentar evangelizar (al menos en los lugares donde me muevo), est� dentro de las mismas parroquias. En donde los grupos laicales que ya funcionan desde a�os, se sienten �due�os� del templo y no permiten la entrada de nadie . Sin mencionar la rivalidad y mediocridad que existe entre los grupos que ya funcionan en ella. y en donde los sacerdotes a cargo, no mueven un dedo para solucionar nada, a�n conociendo la situaci�n. Se hace muy dif�cil poder colaborar en �stas circunstancias y pertenecer a la familia Cristiana.
Todo lo veo muy tibio . �El que tenga o�dos que oiga.�
Por eso creo que si de verdad se quiere hacer una nueva evangelizaci�n, debe comenzar por las propias parroquias para poder trabajar en unidad y amor desde adentro hacia fuera.
Pero bueno, quiz� esto se deba a lo que dijo el Se�or:� el camino es angosto y estrecha la puerta�..y s�lo unos pocos entran por ella. �
15/02/11 12:00 PM
Comentario de Gregory
Esto es fundamental por eso es que el mensaje de la Iglesia no puede ser sometido a votaci�n, el Evangelio amerita apertura y conversion esa es su clave fundamental.
15/02/11 4:58 PM

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